Aprende a acelerar cuando el semáforo está en rojo

Flor María es una mujer de 88 años, madre de cuatro mujeres y dos hombres, también abuela de cuatro mujeres y dos hombres, bisabuela de tres niñas y tres niños. Su influencia en la vida de todos y cada uno de los miembros de su familia se pierde de vista. La afirmación “lo que está en uno, está en todos”, se reafirma con fuerza en su historia.

Muchos son los aspectos que podemos abordar sobre esta Súper Mujer. Sin embargo, hoy nos enfocaremos solo en uno: Ella aceleraba cuando el semáforo estaba en rojo.

¿Qué significa esto? Simple, Flor María comprendió que aun en las dificultades más adversas, debía tomar la decisión de avanzar y, así cambió la dirección de su vida y la de las siguientes generaciones en su familia.

¿Por qué en ocasiones se nos dificulta tomar decisiones?

¿Por qué muchas personas viven en un estado de eterno arrepentimiento a causa de sus decisiones?

¿Cómo saber si la decisión que tomamos es la correcta?

El neurólogo, psiquiatra y filósofo, Víctor Frankl escribió:

“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: La última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino”.

Cada día, en cada momento, la vida nos exige y al mismo tiempo nos da la libertad de elegir entre un camino u otro. Constantemente estamos tomando decisiones y, toda decisión -por pequeña que sea- es una creación para nuestra vida y, al menos, para las próximas siete generaciones. Somos y seremos el resultado de las decisiones que tomamos.

Deseamos que al momento de tomar una decisión todos los semáforos estén en verde, todas las condiciones estén dadas y perfectamente alineadas para que avancemos con la menor cantidad de obstáculos posibles. La vida no siempre funciona así, y esto nos obliga a establecer las condiciones que nos permitan crear lo que verdaderamente es importante para nosotros.

Cuando indagamos en la historia de Flor María encontramos que en las decisiones que marcaron hitos en su vida, los semáforos estaban en rojo y fueron algunas características en su personalidad las que le otorgaron el poder interior necesario para acelerar. Veamos:

1. Ella ha vivido coherentemente con sus valores y principios.
2. Desarrolló una elevada autoestima, basada en su poder interior, el cual, no ha cedido a nada ni a nadie.
3. No cursó estudios universitarios, ni habla varios idiomas, pero se abrió a las dimensiones sutiles del conocimiento y comprendió muy temprano que cada decisión es importante porque afecta su vida y la de quienes la rodean.
4. Caminó con su familia con la convicción de encontrar detrás de la montaña un lugar ideal, creado por ella misma y se entregó con una fe inquebrantable a esa verdad.
5. Su deseo sincero de cambiar el rumbo de su vida le abrió la posibilidad de crear patrones de energía elevados y desarrollar una magnífica percepción intuitiva que facilitaron la toma de decisiones apropiadas.

Cuando reflexionamos sobre quiénes somos verdaderamente, cuáles son nuestros valores más profundos, cuáles son esos anhelos que nos hacen levantarnos de la cama cada mañana, cuando sabemos exactamente lo que queremos y esperamos de la vida, las decisiones que tomamos estarán alineadas y se desarrollan en armonía desde nuestra conciencia interior y exterior.

Cuando tus decisiones implican traicionar tus valores, no hay vuelta atrás, tomarás decisiones de las que te arrepentirás el resto de tu vida.

Tomarnos el tiempo para reflexionar a profundidad sobre la calidad de nuestras decisiones y las consecuencias en nuestras vidas y en la de los demás, es una acción fundamental.

Si tomamos consciencia del poder de nuestros pensamientos, de cada palabra que decimos, de nuestros sentimientos y de nuestras decisiones, comenzamos a decidir desde el sentido de responsabilidad ilimitada con nosotros mismos y con el mundo. Aun equivocándonos, las consecuencias implicarán crecimiento.

La historia de Flor María, es una muestra más de que una decisión es la expresión básica del poder creativo que todos poseemos y que las decisiones más importantes están detrás de nuestros ojos.

Esto me lleva a preguntarte ¿En qué has decidido invertir tu vida? ¿Seguirás esperando que los semáforos estén en verde para invertir tu energía y tu tiempo en la vida?