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LA SÚPER MUJER EN EL ÁMBITO LABORAL

En este artículo, profundizaremos en cómo se manifiesta esta personalidad de Súper Mujer en el ámbito laboral y específicamente cuando se asumen roles de dirección.

El Dr. Alexis Codina, de quien aprendimos hace algunos años sobre temas fundamentales de dirección, resumió un sistema de habilidades básico que todo líder debe poseer, integrado por las 10 habilidades siguientes:

  1. Dirección o enfoque estratégico.
  2. Comunicaciones interpersonales.
  3. Estrategias y técnicas de negociación.
  4. Manejo de conflictos.
  5. Trabajo en equipo.
  6. Liderazgo y motivación.
  7. Diagnóstico de problemas y toma de decisiones.
  8. Administración de tiempo y delegación
  9. Reuniones productivas.
  10. Gerencia del cambio.

Cada una de estas habilidades implica el desarrollo de otras fortalezas internas que le proporcionaran al directivo la posibilidad de llevar exitosamente los procesos de la organización que dirige.

En el artículo titulado ¿CÓMO SABER SI ERES UNA SÚPER MUJER?, hablamos de algunas características principales de la personalidad de Súper Mujer.

Explicamos en ese artículo que: “Descalificar es la técnica favorita de quien posee rasgos omnipotentes y narcisistas. Se trata de una forma encubierta de superioridad, de expresar: “Yo soy mejor que tu” y consiste en rebajar una característica positiva y convertirla en neutra (sin valor) o negativa.

De allí que el juicio es un elemento fundamental que ejerce la Súper Mujer para devaluar los logros, enviar dobles mensajes, robar mérito, desaprobar, burlarse y hasta acusar falsamente”.

Cuando la Súper mujer se encuentra en posiciones de dirección, el poder puede ser ejercido de una manera inadecuada afectando el desarrollo de los diferentes procesos en el ámbito laboral, creando a su vez, espacios que no permiten la expansión de las potencialidades de las personas que integran los equipos de trabajo, en otras palabras, nunca conseguirá lo mejor de las personas que la rodean.

En esta situación la Súper Mujer actúa desde una visión nublada, en muchos casos por el ego exacerbado propio de la omnipotencia, alejándose de la posibilidad de ver lo que otros no pueden ver, siendo ésta una condición indispensable que debe poseer un verdadero líder, menos aún podrá tomar de la mano a un equipo, hacerlo ir más allá de sus propios límites y guiarlo a un lugar donde definitivamente solo no podría llegar.

Considerando estos elementos como referencia, vamos a concentrarnos en la segunda habilidad planteada por el Dr. Codina, referida a las comunicaciones interpersonales. Para desarrollar esta habilidad, -en este caso la Súper Mujer que desempeña un cargo directivo-, debe conocer los principios básicos, las leyes y los componentes del proceso de la comunicación efectiva, identificar las características, disposición y posibilidades del receptor, formular el mensaje adecuado para que resulte efectivo, aprender el arte de escuchar, utilizar apropiadamente la retroalimentación, y, entre otros aspectos, saber cómo comunicarse con diferentes tipos de receptores.

Ahora bien, tomando en cuenta que una de las características presentes en la Súper Mujer es el juicio, su manera de comunicarse se desarrollará desde una postura crítica, para aprobar o desaprobar lo que se diga, juzgar o emitir una opinión. Por ejemplo, mientras la otra persona habla, internamente la Súper Mujer repasa la información almacenada en sus archivos mentales, chequeando si se contradice o no, si se corresponde o no con sus creencias y su modo de ver el mundo, enjuiciando cada palabra.

Desde esa posición, ¿creen ustedes que se puedan escuchar alternativas, enfoques y conceptos que puedan llegar a ser enriquecedores o, por el contrario, se establecen límites autoimpuestos?

¿Qué ocurre en el interior de la persona que está siendo juzgada? ¿cómo se siente ante las continuas críticas? ¿puede un equipo de trabajo desarrollar sus proyectos de manera óptima?

Cuando nos comunicamos desde la personalidad de Súper Mujer, no aceptamos que nadie aporte algo distinto, no le damos cabida real a nada ni a nadie diferente a lo que pensamos. Sólo verificamos si lo que estamos escuchando concuerda o no con lo que sabemos. Nos ubicamos en un plano de superioridad respecto al otro y sólo nos limitamos a efectuar una comparación de visiones, valores y estilos, lo que obstaculiza en el proceso de escucha real. En síntesis, nos quedamos atadas reciclando el pasado, sin permitir que la escucha alimente nuestro futuro y lo más grave es que nos imposibilitamos para desarrollar las demás habilidades indispensable para asumir eficientemente cualquier rol directivo.

Pequeños pasos para avanzar

  1. Reconocer que desde la personalidad de Súper Mujer actuamos desde una posición de superioridad, para lo cual es necesario adoptar una actitud de auténtica modestia e igualdad que establezca las condiciones de escuchar y poder enriquecerse de los aportes de la otra persona.
  2. Aprender a escuchar desde la conciencia de nuestra propia ignorancia, dado que es muchísimo más los que no conocemos que lo que conocemos.
  3. Desarrollar la escucha empática. Entre “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, S. Covey nos dice: “A menudo no nos tomamos el tiempo necesario para diagnosticar, para empezar a comprender profunda y realmente el problema (…) si yo tuviera que resumir en una sola frase el principio más importante que he aprendido en el campo de las relaciones interpersonales, diría: procure primero comprender, y después ser comprendido. Este principio es la clave de la comunicación interpersonal efectiva… En la escucha empática, uno escucha con los oídos, pero también con los ojos y el corazón. Se escuchan los sentimientos, los significados”.
  4. La esencia de la escucha empática no consiste en estar de acuerdo; sino en comprender profunda y completamente a la otra persona, tanto emocional como intelectualmente, incluye muchos más que registrar, reflejar e incluso entender las palabras pronunciadas.

Estos pasos, por sencillos que parezcan, constituyen un avance extraordinario en la manera como nos relacionamos y nos comunicamos. Desde allí el camino de liderar, de dirigir se convierte en la posibilidad de ser inspiración para las demás personas y se podrán desarrollar el resto de las habilidades expuestas por el Dr. Codina.

Lo más importante sigue siendo trabajar sobre nosotras mismas, para mejorar la percepción y elevar la manera de ver el mundo, ver las cosas tal cual como son e identificar con certeza las acciones que realmente se necesitan ejecutar para crear un desarrollo genuino.

Algunas personas están convencidas que, si el planeta estuviera dirigido por mujeres, viviríamos en un mundo más pacífico. Yo estoy convencida que esto solo puede ocurrir si los seres humanos logramos equilibrar internamente los aspectos más fundamentales de la existencia.

En próximos artículos seguiremos abordando este tema con mayor profundidad, por lo pronto quiero cerrar con una cita de Sadghuru para la reflexión.

“En la creación de la vida, en la misma naturaleza en la que estamos, hay algo llamado masculino y femenino, desafortunadamente hemos creado un mundo donde nuestra idea de éxito y bienestar es abrumadoramente masculino, no se trata de hombre o mujer, un hombre es tan capaz de ser tan femenino como quiera serlo en términos de su pensamiento y su emoción, del mismo modo una mujer puede ser tan capaz como un hombre de ser tan masculina como quiera que la situación lo exija o cuando se necesiten tales acciones. Ahora mismo hemos creado sistemas DE EDUCACION que son puramente masculinos, donde las mujeres reproducen también la idea masculina de éxito, lo cual es un grave daño para la humanidad, si le quitas lo femenino al mundo todo lo que es gentil, todo lo que es bello estético todo el aspecto más sutil de la vida desapareceré y solo existirá el aspecto de provisión y supervivencia de la vida. Todo lo que es amable y bello incluso en una mujer desvanecerá y muchas mujeres se han adaptado y están expresando su masculinidad de una manera mucho más fuerte y cruda que un hombre”.

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