Si no estamos creciendo, evolucionando, expandiéndonos y progresando, estamos retrocediendo. Durante siglos hemos estado anclados a una forma fragmentada de concebir la vida en todos sus aspectos. La ciencia hoy nos ha demostrado cómo el modo de pensar cartesiano nos ha condicionado a vivir desde una perspectiva limitada en cuanto al desarrollo natural de nuestras potencialidades. Para romper con estas formas de pensar que están programadas a nivel fundamental, histórico, espiritual y del alma. Se requiere una verdadera reingeniería interior que reprograme de manera consciente e intencional nuestros cuerpos físico, mental, espiritual y emocional. Crecer, evolucionar, expandirnos y progresar es nuestra naturaleza y volver a esa fluidez es un viaje que merece ser realizado.